Germinar es una excelente manera de disfrutar tus legumbres favoritas. Se consideran Superalimentos y son una gran adición a las ensaladas y sándwiches. Comparándolos con los germinados o brotes comprados en la tienda, en casa son mucho más baratos deliciosos y además tú controlas el proceso!
GERMINADOS EN CASA ¿CUÁNTO TIEMPO NECESITO?
Sin duda, la germinación necesita tiempo, pero siempre parece un proceso largo y no lo es tanto, además requiere un trabajo mínimo, todo lo hace la madre naturaleza.
La temperatura y la humedad de tu casa es importantísima para el proceso de germinación. En los meses cálidos y húmedos, las legumbres y los granos pueden tardar solo 2-3 días en Germinar, mientras que en los meses de invierno este proceso puede llegar a 5 -6 días.
De media, todo el proceso necesita de 4 a 5 días para alcanzar el tamaño deseado de tallo tierno germinado. Germinar convierte incluso la legumbre más dura en brotes suaves y tiernos. De hecho, las legumbres completamente germinadas son tan suaves que se pueden comer crudas.
Con este método, puedes germinar cualquier legumbre, grano o semilla. El tiempo de germinación variará. Pero con nosotros aprenderás lo básico para empezar.
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¿POR QUÉ GERMINADOS EN CASA?
Germinar la legumbre ayuda a su digestión. El simple proceso de germinación desbloquea las enzimas importantes en semillas germinadas, legumbres y granos, haciéndolos más fáciles de digerir.
Las semillas germinadas son una gran fuente de fibra y están cargadas de antioxidantes. En realidad, la semilla germinada tiene muchas más vitaminas y nutrientes que la semilla seca, porque al mojarlos y germinar se activan para crecer y su composición cambia drásticamente para formar una planta.
Germinar es una excelente manera de liberar todos los nutrientes vitales almacenados en las legumbres secas. Después de remojar las legumbres germinadas, las semillas y los granos se vuelven bajos en calorías, altos en fibra y vitaminas. También son una gran fuente de magnesio, riboflavina, vitaminas C y K.
¿CÓMO HACER GERMINADOS EN CASA? – LA MANERA TRADICIONAL
Sigue el proceso paso a paso a continuación para cultivar brotes riquísimos, frescos y sanos en casa.
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Cómo hacer brotes de MUNGO Método:
1. Lava y limpia 1/2 taza de legumbres mungo con agua del grifo 2-3 veces hasta que el agua salga limpia. Cámbialo a un recipiente limpio y añade suficiente agua para mantener las legumbres justo bajo el agua. Cubre el tazón con una tapa y déjalo en remojo durante toda la noche.
2. Así se serán las legumbres después de remojarlas: se hinchan y se duplican en tamaño.
3. Drena el agua y enjuague los legumbres un par de veces.
4. Transfiérelo al mismo tazón. Añade agua fresca y desecha por completo el agua que habías usado antes para remojar las legumbres. Déjalo en remojo durante otras 6-8 horas.
5. Las legumbres se han expandido ya que han absorbido mucha agua. Si alguno flota hacia la superficia durante el día. Retíralo con una cuchara y continúa.
6. Drena y enjuaga las legumbres con agua del grifo un par de veces pasando los dedos entre los granos. Enjuaga con frecuencia (cada 12 horas en invierno y cada 6 horas en verano) pasando los dedos entre los granos.
7. Así se serán las legumbres después de 24 horas. Con el primer signo de brotes, retira los brotes del agua.
8. Mueve los brotes a una gasa húmeda y colócala sobre un colador.
9. Envuelve la gasa húmeda alrededor de las legumbres. Asegúrate de que el paño esté húmedo.
10. Apoya el colador sobre un tazón. Este recipiente recogerá todo el goteo extra de agua. Deja reposar por otras 6-8 horas. Espolvorea agua si ves que se seca y asegúrate de que la gasa permanezca húmeda durante todo el proceso de germinación. Las legumbres deben permanecer húmedos durante todo el proceso de germinación. Si se secan, se anulará el proceso de brotación para siempre.
- Wigmore, Ann (Autor)
11. Los brotes de judía Mungo están listos.
12. Si quieres que tus brotes crezcan más de lo que ves, déjalos reposar 1 día más y conseguirás lo de la siguiente foto. Una vez que las semillas hayan brotado completamente. Hora de guardarlos en el frigorífico. Drena el exceso de agua y los brotes secos entre una toalla de papel limpia hasta que se sientan secos. Almacénalos en un recipiente hermético en el refrigerador.
13. Estos granos completamente germinados son tan suaves que se pueden comer crudos.
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