Los germinados de lentejas son un alimento muy nutritivo además de muy fáciles de utilizar, ya que se pueden comer como snacks o se pueden añadir a otros platos, como ensaladas. Se pueden preparar croquetas o hamburguesas, mucho más potentes a nivel nutricional que las que se hacen de la misma legumbre sin germinar, y un largo etcétera.
Los alimentos germinados —tanto las semillas como las legumbres— son considerados alimentos vivos y que comienzan a ser nuevas plantitas. No en el sentido que podemos considerar a un trozo de carne, que más bien sería proveniente de un ser vivo. En este caso, los brotes de lentejas y otras legumbres están en pleno desarrollo y son capaces de crear toda una planta de sí mismos.
Son toda una joya porque están llenos de nutrientes activos que usualmente no podrían ser aprovechados por la cocción y por no tener las condiciones ideales, que sería el proceso de germinación en sí.
Germinado de lentejas
Los germinados de lentejas son muy sabrosos como para comer además de en ensaladas, sándwiches, y son mucho más digestivos que si comiéramos la semilla o legumbre de otra manera.
Hay muchos métodos de preparar los germinados de lentejas y otras legumbres o semillas. Usualmente se usa un kit de germinado, que son muy útiles y si bien el precio puede parecer un poco alto, se amortizan enseguida. Aquí uno muy interesante:
Pero ¡no temas! Este método para hacer germinados de lentejas que compartimos hoy solo necesita de un colador tipo malla, permitiendo la germinación sin que le crezca moho o se pudran las legumbres.
Estos germinados de lenteja se parecen mucho a los de alfalfa, los cuales también son muy fáciles de hacer.
Cómo hacer germinados de lentejas
Para hacer este germinado de lentejas, necesitaremos tan solo un ingrediente. Sí, has adivinado, las lentejas. Lo haremos con 2 cucharadas de la legumbre seca.
Procedimiento paso a paso
Para hacer los brotes de lentejas lo que haremos será:
- Poner las lentejas a remojar en agua durante 12 a 24 horas.
- Pasado este tiempo las colamos y secamos.
- Las colocamos dentro de un colador, procurando que queden en una sola capa sin amontonarse mucho. Colocamos un recipiente con agua debajo del colador, a modo que el agua toque ligeramente las semillas. El agua es mejor cambiarla diariamente.
- Lo ponemos en un lugar luminoso y cubrimos con una tapa de vidrio o una bolsa translúcida. La idea es proteger las semillas del polvo, pero que no dejen de recibir luz, necesaria para que se “transformen” en brotes de lentejas.
- Rocíamos las semillas usando una botella tipo spray. Esto es vital para mantener las semillas húmedas. Hay que hacerlo 2-3 veces al día o según se necesite (hay que estar muy pendiente durante el verano, para que no se sequen por el calor pero tampoco se pudran por la humedad).
A partir del día dos, las semillas empiezan a germinar. Se comienza a ver un tallito en la semilla y va creciendo la raíz por abajo, en el agua.
Al quinto día, los germinados de lentejas ya están listos. Hay que enjuagarlos bien con abundante agua fresca. Se escurren y están listos para guardar y comer con raíz y todo.
En la nevera pueden durar varios días, pero lo ideal es que los consumas en los siguientes 4 o 5 días desde que se han terminado de hacer los brotes de lentejas, para que conserven sus propiedades nutricionales.
Os dejo el video donde se puede ver más detalladamente el paso a paso…
¿Qué tal? ¿Has probado hacer germinados de lentejas? ¿Has conseguido que salgan los brotes? ¡Cuéntalo en los comentarios!
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