Ya los conocemos, hemos tratado sobre sus aplicaciones y los beneficios que reporta cambiar nuestra mentalidad hacia un plano mucho más sostenible. La energía solar, eólica, la calefacción, el ahorro en el consumo de agua y un sinfín de acciones para dejar atrás hábitos y combustibles contaminantes.
Hoy nos centraremos en los pellets, esos pequeños cilindros tan peculiares cuya misión es proporcionarnos una energía mucho más limpia. Un sistema de calefacción cuya materia prima es el pellet implica ahorro y sostenibilidad. Pero, ¿Conoces todas sus ventajas e inconvenientes?
Calefacción de pellets, una revolución sostenible
Si miramos unos años atrás, el concepto de energías renovables apenas existía, es decir, tampoco se aplicaba. Sin embargo, El pellet que todos conocemos, ese pequeño trocito de energía comprimida y clasificado como biomasa sólida, posee un origen e historia mucho más amplia de lo que imaginas.
Lleva con nosotros casi 100 años, concretamente desde el desplome de la bolsa en Estados Unidos allá por 1929. Y es que, los grandes inventos y avances de la sociedad surgen a veces desde la más absoluta necesidad por encontrar diferentes formas de sobrevivir.
La calefacción de pellets ha ido evolucionando con el paso de las décadas y hoy por hoy se considera una forma sostenible de producir esa energía calorífica que tanto disfrutamos al llegar a casa. Nos calienta el agua y proporciona una agradable temperatura en el interior cuando el invierno llega.
Esta capacidad por adaptarse a nuestro ritmo de vida y necesidades cotidianas ha permitido que las energías renovables se adentren con éxito en muchas viviendas, permitiendo que su tecnología sostenible sustituya a los viejos y contaminantes sistemas más tradicionales.
Descubriendo sus ventajas
A diferencia de otros combustibles, el pellet está fabricado con restos de la industria maderera, concretamente con el serrín, elemento principal y aglomerante con el que después se van formando estos pequeños cilindros.
Que no precise de otros materiales adicionales ni productos químicos en su producción nos garantiza que nos encontramos ante una fuente totalmente sostenible y natural. El entorno no se verá degradado ni tampoco contribuiremos a aumentar el índice de contaminación que ya padecemos en muchas zonas.
Si lo que te estás preguntando es cómo funciona una estufa de pellets, deja que la tecnología sostenible se abra paso y te sorprenda con su sencillez y eficiencia. Hablamos de un mecanismo automatizado y realmente sofisticado donde el pellet va cayendo en la caldera, proporcionando un constante flujo de materia que se convierte en la energía que necesitas. ¡Así de sencillo!
Proporciona energía a los sistemas de calefacción, mientras que también se emplea en calderas especializadas para permitir que el agua que consumimos pueda ser calentada y disfrutada.
A diferencia de los combustibles fósiles, el pellet procede de la madera, uno de los recursos naturales renovables más abundantes del planeta. Y esta condición proporciona a esta fuente de energía emitir unas emisiones de dióxido de carbono (CO2) mínimas, por lo que contamina infinitamente menos.
Su abundancia en el entorno hace que su precio sea mucho menor si lo comparamos con el gas natural, la electricidad o el gasóleo. Aunque hay que recordar que, gracias a su creciente popularidad, su coste se ha visto ligeramente incrementado dado que su producción todavía sigue siendo inferior a la demanda.
Y por último, aunque no menos importante, la calefacción de pellets permite generar empleo a nivel local, ya que su producción permite que la industria productora de esta materia, así como su posterior comercialización, prospere en aquellas zonas donde su consumo va en aumento.
¿Y cuáles son sus inconvenientes?
Ahora que ya conocemos algunas de sus ventajas más significativas, ¿Qué te parece si pasamos a la parte en la que más atención hay que prestar? Los inconvenientes que existen a la hora de recurrir a la calefacción de pellets son pocos, aunque debes conocerlos antes de dar el primer paso.
El coste de implantar el sistema en tu vivienda puede ser superior al de otros sistemas convencionales, aunque este dato varía según el modelo y tecnología que compremos. No obstante, este gasto ha de contemplarse como una inversión, ya que a medio/largo plazo resultará tremendamente rentable.
La misma instalación que precisan las calderas de pellets es bastante más cuidadosa y exigente que otras. Tendremos que ubicarlas en un espacio amplio y con salida de humos, eligiendo también un lugar adecuado donde almacenar el combustible, es decir, nuestros sacos de pellets. Es frecuente ver cómo este despiste provoca que más de un saco termine echándose a perder.
Y por último, otro aspecto que se debe tener en cuenta es el mantenimiento. Mientras que una instalación eléctrica apenas requiere de nuestra atención, sistemas como el solar o la calefacción de pellets precisan de unos cuidados mayores. Aunque con el avance de la tecnología ya encontramos algunos modelos automáticos capaces de ayudarnos con esta tarea.
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