Vivir en una zona rural es un privilegio, ventajas como la tranquilidad, el espacio o incluso la naturaleza hacen de este entorno un auténtico tesoro que quienes lo disfrutan bien lo saben. Sin embargo, en aquellas zonas donde no llega la red de alcantarillado, contar con una fosa séptica se convierte en una necesidad. Y esto es precisamente lo que vamos a mostrarte hoy, qué es y cuál es su función.
Si tienes una fosa séptica o te planteas instalarla, esto que te vamos a contar te interesa. Y es que, hablamos de un elemento esencial para poder recoger todas las aguas residuales de tu vivienda o local, diseñado específicamente para evitar malos olores, filtraciones y toda clase de problemas relacionados con estos desechos.
¿Qué es y como funciona una fosa séptica?
Se trata de una cámara subterránea, generalmente fabricada con hormigón, aunque hoy en día se emplean otros materiales como el plástico o la fibra de vidrio. Su principal función es la de recoger aguas residuales y separar los cuerpos sólidos de los líquidos, permitiendo que estos últimos se vacíen en un campo de drenaje.
Cuando las aguas residuales que se generan en casa fluyen hacia la fosa séptica, los sólidos se hunden hasta el fondo y forman una capa de lodo. Mientras tanto, las partículas más ligeras flotan hacia la superficie para crear una capa de espuma. Estas capas son descompuestas por bacterias y otros microorganismos, que convierten los sólidos en líquidos.
El agua residual líquida sale de la fosa y va a parar a un campo de drenaje. Este campo está formado por una serie de tubos perforados enterrados en grava u otro tipo de material poroso. Una vez alcanzado este estado, el líquido se filtra por las tuberías hasta el suelo circundante, donde es tratado por bacterias y otros microorganismos que se benefician de ella.
¿Por qué utilizar una fosa séptica?
Las fosas sépticas se utilizan en zonas sin acceso a un sistema de alcantarillado. Proporcionan una forma segura y eficaz de eliminar las aguas residuales que generamos, al tiempo que protegen el medioambiente. A diferencia del sistema convencional de alcantarillado que todos conocemos, que recoge y procesa las aguas residuales de comunidades enteras, una fosa séptica está diseñada principalmente para viviendas individuales.
Esto significa que, tal y como indican referentes como TodoAgua, eres responsable del mantenimiento de tu propia fosa séptica, pero también tienes control sobre cómo se utiliza y gestiona. Mantenerla en perfectas condiciones es esencial para garantizar que siga funcionando con eficacia y eficiencia, por lo que siempre será aconsejable bombear la fosa cada 3 o 4 años. Por otra parte, recuerda optimizar el consumo de agua en casa, ya que cuanto menos presión ejerzas sobre la fosa séptica, mejor eficiencia y estado mantendrá.
También es recomendable reparar los grifos que goteen e instalar inodoros y duchas que ahorren agua para reducir su consumo, así como evitar tirar objetos no degradables ni verter grasas que puedan obstruir las tuberías. La fosa séptica es un elemento esencial para el tratamiento de aguas residuales, así como también proteger el medioambiente si la mantienes en perfectas condiciones.
Ventajas de tener una fosa séptica en casa
Tener una fosa séptica en casa puede ofrecer varias ventajas que hacen la vida más cómoda y respetuosa con el medio ambiente. Una de las principales ventajas es que permite un tratamiento eficiente de las aguas residuales domésticas sin necesidad de estar conectado a la red de alcantarillado municipal.
Esto significa que puedes vivir en áreas rurales o alejadas de la ciudad sin preocuparte por la falta de infraestructura sanitaria. Además, al tratarse de un sistema autónomo, tienes mayor control sobre el mantenimiento y los costos asociados.
Otra ventaja importante es la reducción del impacto ambiental. La fosa séptica ayuda a filtrar y tratar las aguas residuales de manera natural, evitando que contaminen los cuerpos de agua cercanos.
Con esto contribuimos a preservar la calidad de los ríos, lagos y acuíferos, así como a proteger la flora y fauna local. Además, el proceso de descomposición de los residuos orgánicos en la fosa séptica produce lodos que pueden ser utilizados como fertilizante natural, ayudando así a cerrar el ciclo de nutrientes de manera sostenible.
En resumen, contar con una fosa séptica en casa te brinda independencia y control sobre el tratamiento de tus aguas residuales, sin comprometer el medio ambiente. Es una alternativa eficiente y práctica que se adapta a diferentes tipos de viviendas, mejorando la calidad de vida y promoviendo una convivencia armónica con nuestro entorno. ¡Así que no dudes en considerar la opción de instalar una fosa séptica en tu hogar!